La consistencia es la clave
En CrossFit hay un principio básico que dice “Mecánica – Consistencia – Intensidad“. Es la regla mágica que todo coach debe conocer para guiar correctamente a sus atletas. Esto significa que primero es fundamental conocer los movimientos y ejecutarlos correctamente. Después, nos centraremos en que estos movimientos se mantienen de manera consistente sin perder la técnica y, por último, seremos capaces de realizarlos con cierta intensidad.
Pero la consistencia es clave no solo al realizar los movimientos. Es vital también a la hora de crear nuestros hábitos, en nuestra capacidad de tomar decisiones.
Por lo general, creemos que la motivación viene dada. Que esas personas que cada día entrenan tienen la motivación innata. Y que esa motivación les llevará lejos.
Bueno, es obvio que la motivación intrínseca es necesaria y nos puede hacer dar los primeros pasos. Pero si preguntas de uno en uno a esas personas qué les mueve a continuar entrenando (y esto es aplicable a cualquier ámbito en la vida), te sorprenderás al descubrir que no es la motivación intrínseca, es la disciplina que han creado, la consistencia que han implementado en su día a día es lo que construye los resultados. La motivación, la genética o el talento son importantes, pero no son NADA sin consistencia.
¿Has oído hablar de los hábitos de 21 días? Dicen que es el tiempo necesario para implementarlo en tu día. Otros hablan de 90 días… Como todo en la vida, lo más probable es que tu número mágico particular sea otro. La idea de fondo te indica el truco de todo: consistencia. Mantenerlo durante un tiempo hará que todo resulte más fácil, te acostumbras (y somos animales de costumbres, ¿verdad?), cada día los obstáculos son menores, y empiezas a recibir los beneficios.
Si la consistencia fuera un músculo, probablemente sería de los más difíciles de entrenar. Es posible que necesites comenzar por una tarea sencilla, por lo mínimo viable para ti, antes de pasar a un nivel superior. Quizás necesites dedicar un tiempo en tu día a día a implementar diferentes progresiones, antes de llegar a ese hábito completo.
Encuentra la manera que te encaje.
¿Qué áreas de tu vida te gustaría cambiar? ¿Cómo crees que podrías hacerlo? ¿Qué acción concreta te ayudaría a conseguir lo que buscas? No hablamos solo de ejercicio físico. Hablamos de alimentación, descanso, tiempo para dedicarte a ti, a tu salud mental o aquello que necesites que te ayude a encontrar esa mejor versión de ti que buscas.
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